En esta Navidad, no compres mascotas, adopta a un amigo. Y si es adulto o mayor, mejor aún.
Aquí tienes unas buenas razones para adoptar a un perro ya adulto en vez de un cachorro.
- Los perros adultos ya tienen su tamaño definitivo, no crecerán más. Además ya tiene su personalidad definida, no tendrás sorpresas desagradables de comportamiento como las tendrías con un cachorro.
- Un perro adulto es más fàcil de enseñar que un cachorro y está más dispuesto a aprender nuevos trucos, solo tienes que tener un poco de paciencia. Recuerda que los perros aprenden durante toda su vida y depende de tí que aprenda los buenos hábitos que te interesa enseñarle.
- Un perro adulto no rompe ni mastica todo lo que pilla en su camino (zapatos, calcetines, ropa en general). A algunos les basta con un juguete de goma o un hueso regalón y listo.
- Podrás dormir tranquilo en la noche sin los sobresaltos de uno o más cachorros que se despiertan a distintas horas de la madrugada a jugar y revolotear, incluso a orinar en la alfombra. Un perro adulto se contiene hasta el día siguiente.
- Un perro adulto ya está domesticado, solo tienes que enseñarle las reglas de tu casa y las aprenderá rápidamente. Incluso las salidas a pasear pueden ser más pausadas y tranquilas.
- Amistad y fidelidad inmediata. Con un perro adulto tendrás un amigo incondicional de forma inmediata. El o ella solo querrán estar contigo y complacerte.
- Estado de salud. En general un perro adulto rescatado (macho o hembra) ya está con sus vacunas al día y, en la mayoría de los casos, esterilizados.
- Por último, y no menos importante, un perro (macho o hembra) adulto es un ser que merece vivir sus últimos años en compañía de seres queridos y disfrutar de una familia. El o ella sabrán agradecerlo, con su tierna mirada y su amor incondicional.
Recuerda, no compres, adopta y comparte tu corazón y tu hogar.