Algunos perros se ven atraídos hacia la basura, los huesos y los restos de comida, incluso a algunos les gustan los dulces o el chocolate. Sin embargo, la ingestión de este tipo de alimentos les puede provocar problemas gastrointestinales y hay que evitar a toda costa que los ingieran.
Los alimentos totalmente prohibidos para los perros son los siguientes:
Chocolate
Es muy peligroso para el perro por un componente del cacao, la teobromina, que le resulta muy tóxica y una dosis de 100 gramos para un animal, con un peso de alrededor de los 15 kilos, puede tener graves consecuencias para su salud, arriesgando su vida.
En humanos, la teobromina produce placer pero en otras especies puede ser perjudicial para la salud. Mientras que nosotros los humanos, lo metabolizamos sin problemas transformándolo en otros compuestos más benévolos para el organismo, algunos animales como los perros o gatos no tienen esa facilidad metabólica. Cuando lo consumen, su hígado no consigue metabolizarlo y permanece más tiempo en su sangre, pudiendo alcanzar, en caso de alimentarle habitualmente con chocolate, niveles tóxicos para el animal.
Alcohol
Cualquier bebida con alcohol, por muy baja graduación que tenga, puede tener efectos muy nocivos para un animal. El alcohol les afectará la conducta, los puede volver agresivos o deprimidos. Además afectará gravemente sus riñones.
El alcohol deprime su mente y su cuerpo, afectando su ritmo respiratorio, su ritmo cardíaco y a veces, producirá soplos cardíacos e incluso ataques cardíacos en algunos perros. En muchos casos, el shock producido por el alcohol les puede producir la muerte.
Lácteos
En general, los productos lácteos no son el mejor alimentos para un perro, a pesar de su gran aporte de calcio, proteínas y vitaminas. Esto se debe a que los perros no tienen tolerancia a la lactosa porque sus cuerpos no producen en cantidad suficiente la enzima lactasa que se encarga de descomponer los lácteos en el tracto intestinal.
El consumo de lácteos les puede producir diarreas, trastornos digestivos, desequilibrios dietéticos y, en algunos casos, exceso de calcio y proteínas que producirán trastornos en su esqueleto.
Huesos
Muchas veces en la televisión o en otros medios que los huesos son beneficios para los perros, pero en realidad no es así. Son muy peligrosos porque pueden astillarse y dañar el interior del hocico del animal o, peor aún, ser tragados y dañar su tráquea o su esófago. Además puede dañar sus dientes y en algunos caso, producir asfixia.
Palta
La palta contiene una substancia llamada persina, una toxina fungicida derivada de los ácidos grasos, la cual, incluso en muy pequeña cantidad, puede causarle un cólico a un perro, gato, incluso hasta un caballo. Esta substancia se encuentra también en las hojas por lo que los pájaros también se verán afectados si las ingieren.
Los síntomas pueden incluir vómitos, diarreas, problemas respiratorios, irritación gastrointestinal, estreñimiento, acumulación de líquidos en los tejidos cercanos al corazón e, incluso, la muerte.
Cebollas, Ajos
Si bien se ha especulado mucho respecto del beneficio que tiene la cebolla y el ajo en la medicina natural incluso en mascotas, también es cierto que estas dos hortalizas de la misma familia, contienen un componente llamado n-propildisulfida que, en grandes dosis, puede dañar las células del cuerpo causando anemia. Pero para que esto ocurra el perro debería estar comiendo un 0,5% de su peso corporal en cebolla. Por ejemplo, para un perro de 10 Kg. de peso, una dosis de 50 grs. de cebollas al día le puede producir daño.
El ajo tiene menores cantidades del componente por lo que, para ser tóxico, el perro debería comer grandes cantidades al día.